Fuimos al DF, con un propósito especial, comprar su violín. Samy dice: un viohín chiquitito para mi!!!, nos preparamos rápidamente en la mañana, y es que no hubiéramos viajado éste día, pero Chamy me recordó en la mañana que teníamos que comprar su violín, así que le pregunté si quería ir a comprarlo. Su respuesta fue afirmativa, y así inició nuestra travesía rumbo a la ciudad del caos… el DF; ésta ocasión sería una incursión rápida a la capital, pero no lo fue así, fue extensa y a la vez muy divertida.
En menos de veinte minutos lo preparé para viajar, abordamos 11:36 el autobús que nos llevaría a la CIUDAD GRIS. Como ha sido su costumbre en los viajes, Chamy duerme, así se mantuvo hasta que despertó en medio del caótico ruido de las calles del centro histórico de la estruendosa, estrepitosa y ruidosa capital. Empezamos a recorrer tiendas de música, y cuál fue mi sorpresa que de inmediato empezó a observar y a decirme que no había viohines chiquitos, sólo grandes. Y cuando vió unos para niños, otra vez surgió la frase: un viohín chiquitito para mi…!!!; la verdad es que fue genial llevarlo a comprar su instrumento, en sí el mérito es de mi mamá, que me dijo que lo llevara para que él viera y escogiera su violín, que sería bueno para él, y así fue; vimos instrumentos, recorrimos casi todas las tiendas, y encontramos sólo un par de la medida que puede utilizar mi sobrino, de 1/16.
Regresamos a nuestra primera opción, pedí que me mostraran el instrumento. Y cuál fue la reacción de Chamy, se dibujó en su rostro una ilusión, deseo, un…. “no sé como llamarle”, pero su mirada y expresión decía tanto que no puedo dejar de recordarlo, en su rostro se trazó una quimera. Pero el instrumento no estaba "sano", tenía algunos defectos de construcción y el puente no era de la medida correcta, así que decidí dejarlo e ir a ver el otro. Cuando salimos de la tienda, Samuel me reclamó su viohín, que ya se había probado; me fui lo más rápido posible, para que no se le pasara la emoción, pero aún así me iba exigiendo que regresáramos por el violín; llegamos a la otra tienda, donde habíamos visto también un viohín chiquitito de 1/16…. y solicité el instrumento para examinarlo, estaba mejor construido, y de mejor calidad, por consiguiente el precio se incrementaba. Pero otra vez, Samy lo observó muy bien, me dijo ésta vez que: si éste era para él….? -Yo le dije: sí, éste es para ti. Traté de afinarlo, Samuel me pidió el arco, lo tomó y quiso frotar el arco sobre las cuerdas, pero aún no estaba listo para ser ejecutado, y me dijo: no funciona. Le expliqué que estaba nuevo y necesitaba prepararlo bien para que sonara bien, se convenció, y me decidí por el instrumento; pasaron tantas cosas por mi mente, pero también estaba muy emocionado por el instrumento de Samuel. Pagamos el instrumento, y digo pagamos, porque él tiende a ser el que paga cuando "tenemos que pagar", regresamos por su violín de 1/16 e inmediatamente se puso el estuche de su violín en la espalda, y salió todo orgulloso de tener ya su propio violín y sobre todo un viohín chiquitito para mi!!!.
Luego fuimos a comer, también me sorprendió mucho, y de ahí al aeropuerto, sólo a ver despegar y aterrizar aviones; esperamos el avión de British Airways donde llegó Lulú, una amiga de hace años, que vive ahora en Londres, aterrizó 19:09. Esos serán temas para los nuevos Posts.
Aquí les dejo fotos del violín de Samuel, es muy pequeño, la medida es de 1/16. Y comparado con uno de 4/4, que se de la medida “oficial” es demasiado pequeño.
A ver si ahora ya deja de agarrar mi viohín, que ya sufrió un buen razguño, Samuel le dió uno muy bueno cuando tenía apenas 10 meses de edad. Ahora mi sobrino tiene ya dos años con nueve meses y empezaré su instrucción musical.
Realmente fue emocionante éste día.